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Residuos hospitalarios: cómo clasificarlos para un entorno más seguro

  • Foto del escritor: Innovation Lab
    Innovation Lab
  • 25 feb
  • 2 Min. de lectura

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La correcta separación de residuos en los hospitales es esencial para garantizar la seguridad sanitaria y la protección del medio ambiente. Una gestión adecuada minimiza los riesgos de infecciones, reduce costos y promueve prácticas sostenibles.


Importancia de la separación adecuada

Los residuos hospitalarios pueden contener agentes infecciosos, químicos peligrosos y materiales punzocortantes. Una clasificación inadecuada puede resultar en la propagación de enfermedades y contaminación ambiental. Además, una gestión deficiente incrementa los costos operativos y desperdicia recursos que podrían ser reciclados o reutilizados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una proporción significativa de infecciones en el personal de salud se debe a una gestión ineficaz de los residuos hospitalarios.


Clasificación de los residuos hospitalarios

La separación efectiva comienza con la identificación y clasificación de los residuos en el punto de generación. Según la normativa vigente, los residuos se dividen en las siguientes categorías:


1. Residuos no peligrosos

Son aquellos que no representan un riesgo para la salud o el medio ambiente. Se dividen en:

  • Orgánicos: Restos de alimentos, cáscaras de frutas y verduras, residuos de jardinería como hojas y césped. Estos pueden ser compostados.

  • Residuos aprovechables: Papel, cartón, plásticos, vidrio y metales que pueden ser reciclados y reutilizados.

  • Inorgánicos no reciclables: Materiales como papel higiénico, servilletas usadas, empaques metalizados y otros desechos sin posibilidad de reciclaje.


2. Residuos peligrosos

Se subdividen en:

  • Biológico-infecciosos: Tejidos, órganos, fluidos corporales y materiales desechables contaminados.

  • Químicos: Residuos de sustancias químicas peligrosas utilizadas en procesos diagnósticos o de limpieza.

  • Punzocortantes: Objetos que pueden causar cortes o punciones, como agujas, bisturíes y vidrios rotos.


Cada tipo de residuo debe ser depositado en contenedores específicos, claramente identificados y de acuerdo con los códigos de color establecidos por la normativa local. Por ejemplo, en Colombia, se utiliza el color verde para residuos orgánicos aprovechables, blanco para residuos reciclables y negro para residuos no aprovechables.


Beneficios de una gestión adecuada de residuos

Implementar un sistema eficiente de separación y manejo de residuos en hospitales ofrece múltiples ventajas:


  • Reducción de riesgos: Disminuye la probabilidad de infecciones y accidentes tanto para el personal de salud como para los pacientes.

  • Optimización de recursos: Una correcta clasificación permite el reciclaje y la reutilización de materiales, generando ingresos adicionales y reduciendo costos de disposición.

  • Cumplimiento normativo: Adherirse a las regulaciones locales e internacionales evita sanciones y mejora la reputación de la institución.

  • Protección ambiental: Minimiza la contaminación del suelo, agua y aire, contribuyendo a la sostenibilidad y al bienestar de la comunidad.


Conclusión

La correcta separación de residuos en entornos hospitalarios es una práctica indispensable que protege la salud pública y el medio ambiente. Requiere el compromiso de todo el personal, desde la alta dirección hasta el personal de limpieza, para garantizar su éxito. La implementación de programas de capacitación y la provisión de recursos adecuados son fundamentales para lograr una gestión eficiente y sostenible de los residuos hospitalarios.

 
 
 

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